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Aprende a aplicar la inteligencia emocional en el trabajo

Actualizado: 19 nov 2023


En el mundo laboral, a menudo se relegan las emociones a un segundo plano, centrándose principalmente en la productividad, la eficiencia y la profesionalidad.


Sin embargo, las emociones desempeñan un papel significativo en nuestra vida laboral diaria. Pueden afectar nuestro rendimiento, la toma de decisiones y la satisfacción laboral en general. Saber trabajar la inteligencia emocional en el trabajo puede ser la diferencia para ser un profesional de éxito o no.


Si bien algunas emociones como el estrés y la ansiedad son ampliamente reconocidas, otras tienden a ser subestimadas o pasadas por alto en el entorno laboral.


En este artículo, exploraremos diez emociones que a menudo se pasan por alto en el ámbito profesional y su posible influencia en nuestra vida laboral.


1. Frustración: La frustración es una emoción común en cualquier trabajo, sin embargo, a menudo se minimiza o se ignora. Puede surgir de obstáculos, ineficiencias o contratiempos inesperados. La frustración puede ser un poderoso motivador, impulsando a las personas a buscar soluciones y mejorar procesos. Reconocer la frustración y abordar sus causas fundamentales puede llevar a la innovación y al crecimiento dentro del entorno laboral.



2. Arrepentimiento


: El arrepentimiento es una emoción compleja que surge cuando las personas reflexionan sobre decisiones pasadas. En el mundo profesional, es fácil descartar el arrepentimiento como contraproducente, pero puede servir como una valiosa herramienta de aprendizaje. Aceptar el arrepentimiento permite a los empleados tomar mejores decisiones en el futuro y evolucionar en sus roles.


3. Entusiasmo: A menudo se considera que el entusiasmo es una emoción fugaz que tiene poco que ver con el entorno laboral. Sin embargo, puede ser un poderoso catalizador de la creatividad, la motivación y la participación. Fomentar el entusiasmo en el lugar de trabajo puede conducir a equipos más inspirados e innovadores.


4. Devoción: La devoción hacia el trabajo, los colegas o la


misión de la empresa es una emoción arraigada que a menudo pasa desapercibida. Puede ser una fuerza impulsora detrás de largas jornadas laborales, dedicación y una fuerte ética de trabajo. Reconocer y recompensar la devoción puede conducir a una mayor lealtad y a una cultura corporativa positiva.

Hombre recargado en la pared frustrado por equivocarse en su trabajo
Efectos de la frustración en el trabajo

5. Felicidad: Aunque la felicidad no se pasa por alto por completo, a menudo se subestima en términos de su impacto en el desempeño laboral. Un equipo feliz tiende a ser más productivo, creativo y colaborador. Fomentar la felicidad puede llevar a un entorno de trabajo más armonioso y exitoso.



Dos hombres y dos mujeres, felices por haber logrado los objetivos en su trabajo
Equipo de trabajo exitosos gracias a la inteligencia emocional


6. Inconformidad: En la búsqueda de la mejora continua, la inconformidad puede ser una aliada poderosa. Esta emoción puede impulsar a los empleados a cuestionar el statu quo y buscar mejores soluciones. No debe ser reprimida, sino canalizada de manera constructiva para fomentar la innovación y el cambio positivo.


7. Enojo: Generalmente se considera que el enojo es una emoción destructiva en el lugar de trabajo, pero también puede ser un catalizador de cambio. Cuando se maneja adecuadamente, el enojo puede destacar áreas de preocupación y fomentar discusiones constructivas. Alentar a los empleados a expresar su enojo de manera saludable puede llevar a la resolución de problemas y a una resolución positiva.


8. Dicha: La dicha o la extrema felicidad pueden parecer fuera de lugar en un entorno profesional, pero pueden tener un impacto significativo. Los momentos de dicha, como los logros del equipo o los hitos personales, pueden elevar la moral y la motivación. Reconocer y celebrar estos momentos puede contribuir a un entorno de trabajo positivo.


9. Compañerismo: La importancia de la camaradería y la amistad en el trabajo a menudo se subestima. Construir relaciones sólidas con los colegas puede mejorar el trabajo en equipo y la colaboración. Fomentar un sentido de pertenencia y amistad en el lugar de trabajo puede llevar a una mayor satisfacción laboral y productividad.


10. Gracia: La gracia, en el contexto del trabajo, se refiere a la capacidad de manejar situaciones difíciles con aplomo y compostura. Es una habilidad emocional valiosa que a menudo se pasa por alto. Cuando los empleados demuestran gracia bajo presión, pueden calmar situaciones tensas y mantener la profesionalidad, contribuyendo a un entorno de trabajo más armonioso.


En conclusión, las emociones desempeñan un papel vital en el lugar de trabajo y su impacto no debe ser subestimado. La frustración puede impulsar la innovación, el arrepentimiento puede llevar al crecimiento, el entusiasmo puede impulsar la creatividad y la devoción puede fomentar la lealtad.


Las emociones como la felicidad, la inconformidad y el enojo deben ser reconocidas y gestionadas de manera adecuada para el beneficio de la organización. Los momentos de dicha y compañerismo pueden elevar la moral, mientras que la exhibición de gracia puede calmar situaciones desafiantes.


Al reconocer y valorar estas emociones, podemos crear un entorno de trabajo más emocionalmente inteligente y productivo, donde los empleados puedan prosperar tanto a nivel personal como profesional.


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